5 El Señor Kir De Oz
Abigail Dorothy
Osborne no podía permanecer un minuto más en su pequeño pueblo de Kansas, donde
los hombres eran demasiado viejos, demasiado jóvenes, o demasiado agrestes. Por
no hablar que vivía con su anciana tía Maye, que pensaba que el sexo era uno de
los siete pecados capitales. Pero mientras hace sus maletas, sucede un desastre.
Un tornado pasa a través de su casa, llevándose a Abby y también a su perro Lobo
Irlandés.
Cuando Abby
despierta, está segura de que está soñando. No sólo no está en Kansas, sino que
está en otro planeta. Un planeta encantador lleno de hombres sexys más que
dispuestos a hacer que todos sus sueños eróticos se hagan realidad
El Señor Kir, Soberano de la Ciudad Esmeralda y Señor de los lobos moradores de las cuevas de las montañas, encuentra un tesoro de camino a ladrillos amarillos. Ella es hermosa. Está confundida. Es absolutamente desesperante.
Abby no es de su mundo, sin embargo, sabe que debe hacerla suya.
Reclamarla.
Enseñarle los placeres de la sumisión.
Sí. Esta era su mujer, su gatita, su compañera. Abby Osborne pertenecerá a Kir para la eternidad, si puede evitar que lo mate primero
El Señor Kir, Soberano de la Ciudad Esmeralda y Señor de los lobos moradores de las cuevas de las montañas, encuentra un tesoro de camino a ladrillos amarillos. Ella es hermosa. Está confundida. Es absolutamente desesperante.
Abby no es de su mundo, sin embargo, sabe que debe hacerla suya.
Reclamarla.
Enseñarle los placeres de la sumisión.
Sí. Esta era su mujer, su gatita, su compañera. Abby Osborne pertenecerá a Kir para la eternidad, si puede evitar que lo mate primero
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